Pese a que no tuvo unos malos números, donde marcó 21 goles en una temporada, su fuerte personalidad chocó con la de Guardiola y tras un curso salió rumbo a Milán. La familia Whitaker se dedicaba a la producción de vino y la hipótesis que se plantea es que los colores rosa y negro (color del pantalón del Palermo) son un homenaje a los vinos rosados y tintos que fabricaban.