El 5 de mayo el club afrontó una junta de accionistas decisiva y fue escogido un consejo de administración formado por socios de base, que salvaron in extremis al club de la disolución. Desde entonces la estabilidad económica del club (actualmente SAD) ha sido absoluta, a diferencia de épocas anteriores. Al año siguiente, el 21 de marzo de 2015 se llevó a cabo una ampliación de capital social de tres millones de euros que reafirmó el dominio de la nueva propiedad.