En junio de 1990 llegó el último título continental que faltaba en las vitrinas liceístas al proclamarse campeón de la Recopa de Europa al derrotar en una final sin historia disputada a doble partido al conjunto belga del RH Rolta Louvain por un contundente 9-2 en Bélgica y 22-1 en La Coruña. Desde los años 1970, los rivales principales del Bayern fueron los clubes que pugnaban por quitarle su dominación nacional.