Fundado por un grupo de jóvenes del barrio del Astillero, recibió su nombre en agradecimiento al apoyo brindado por la comunidad catalana a la ciudad de Guayaquil, además de que varios de los socios fundadores eran originarios de aquella ciudad. Debido al barrio donde el club nació, el club fue apodado como el «Ídolo del Astillero», mientras que por su nombre hispano, sus miembros e hinchas reciben el apelativo de «Toreros»; además, por su tradicional uniforme amarillo, también se le dice «Canario».